Anelissa Villalobos

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Supuesta casualidad del amor.

Hace buen tiempo atrás, estaba en una chiva parrandera.

 Mientras el bus avanzaba entre risas y el desorden conversaba con mi amigo Gabriel quien me preguntó si tenía una amiga que le pudiera presentar.

Gabriel es un tipazo de esos amigos que valen la pena tener, un prospecto para ponerse seria como se dice por allí.

De una vez pensé en mi amiga Cecilia. Ella, es una chica clásica, profesional, bonita, a veces un poco seria, pero en general divertida.

Nada ni nadie es perfecto, pero entre ellos habría equilibro entre la calma y la energía propias de sus personalidades.  Seguro los presentaría pronto.

Un par de semanas después era mi cumpleaños y quedé con un grupo de amigos para celebrar a un bar de la localidad. Llamé a Cecilia para invitarla y la muy descarada me dijo que no iría ya que una compañera en el banco donde ella trabajaba la había invitado al cumpleaños de su esposo y que además allí le presentaría a su cuñado que estaba soltero.

Así es; yo, su amiga, pase a segundo plano, no importaba la fecha especial.  La presentación del incognito joven tuvo más poder al parecer.

BTW, mi velada de cumple quedó muy buena. Ella se la perdió.

 La patronales continuaron ese fin de semana y al día siguiente para seguir con la celebración fuimos a otro lugar y allí si, Cecilia llegó, y acompañada.

Yo estaba tan acelerada esa noche que cuando ella se me acercó para saludarme y me presentó a su gallardo acompañante, no puse atención y no me percaté quien era.

A los dos minutos Ceci se me volvió a acercar y me dijo: "Mi date dice que te conoce de antes" 

Yo: ¿ah?, ¿cómo así? ¿quién es? 

Enfoque mi mirada y sorpresa: era él. Mi amigo Gabriel, el de la chiva parrandera.

 ¡OMG!. ¿ellos que hacían juntos si yo no los había presentado aún?  

 Pues resulta ser, que él, era el cuñado de la compañera de trabajo de ella; el motivo por el cual ella no asistió a mi fiesta el día anterior. 

 ¿Entonces? 

 Esto es ¿casualidad o destino?

 Querido lector, está es una historia 100% real.

Las casualidades de la vida no son casualidades solamente. Hay situaciones que están destinadas a suceder. Hay gente destinada a estar en tu vida.

El momento siempre es el correcto, porque los tiempos de Dios siempre son perfectos. 

Hablando del amor de pareja, siempre he pensado que hay dosis para todos. Del cielo caen estrellas cargadas del mismo y allá mismo se decide a quien le toca y cuando debe suceder. Lo que va con mi filosofía de “nunca es tarde”.

 El tiempo impuesto por patrones sociales es solo una creencia limitante que alguien decidió un día y toda la tribu siguió con esa forma de pensar y de vivir.

 Escucho y leo a diario frases como: “No voy a encontrar el amor”, “no nací para esto”, “ya mi tiempo pasó, “te está dejando el tren”, “me dejó el tren” “no le gusto a nadie”, “la calle está dura” “no me gusta nadie”, “todos los hombres son iguales” “todas las mujeres son unas interesadas” incluso: “no hay esperanza de segundas oportunidades” pero de eso hablaremos en otro episodio.

Es importante estar abierto a posibilidades con la alegría y sobre todo la certeza de que algo bueno nos ocurrirá.

 Mientras tanto, seamos conscientes del presente. Trabajar, divertirnos, atrevernos, rodearnos de quien nos hace bien y ser felices. El turno para un amor bonito llegará como un regalo de lo divino.

 No seamos tan racionales todo el tiempo, un poco de ilusión y flexibilidad con tu corazón siempre es bueno.

Vive, dá y espera lo mejor.

 Al termino de este blog, Ceci y Gabriel tienen 15 años de casados y tienen dos hijas. La despedida de soltera de ella fue en una chiva parrandera para variar y el bodorrio estuvo bien bueno. No agarré el ramo, pero si bailé bastante; bueno en realidad sigo bailando todos los días y creyendo en las estrellas cargadas de amor lanzadas desde arriba.

¿Casualidad o destino? ¿que piensas?

Nos vemos pronto : )